En un país donde ser niña aún implica enfrentar barreras invisibles —como la desigualdad de oportunidades, los estereotipos y la violencia de género— el hogar se convierte en el primer lugar donde puede florecer el cambio. Empoderar a una niña desde casa no es solo una responsabilidad: es una herramienta poderosa para construir un futuro más justo.
Desde muy pequeñas, las niñas pueden aprender que tienen derechos: a estudiar, a decidir sobre su cuerpo, a opinar, a no ser discriminadas. Explicarles esto con palabras simples y cotidianas refuerza su dignidad y autoestima.
Ejemplo: “Tú puedes decidir si quieres un abrazo o no, eso se llama consentimiento.”
Empoderar no significa que siempre te dirán lo que quieres oír. Significa enseñarles que su voz vale. Escúchalas con atención, valida lo que sienten y anímalas a compartir sus ideas, aun si son distintas a las tuyas.
Permitirles elegir su ropa, expresar su opinión sobre un tema familiar o resolver conflictos pequeños por sí mismas les ayuda a desarrollar autonomía y pensamiento crítico.
Tip: Haz preguntas como: “¿Qué solución se te ocurre?” o “¿Qué opción prefieres y por qué?”
Muéstrales historias de mujeres líderes, científicas, deportistas, activistas, indígenas, creadoras. Las niñas necesitan verse reflejadas en todos los espacios posibles.
Puedes usar libros, videos o simplemente contarles historias reales antes de dormir.
Frases como “las niñas son frágiles” o “eso es cosa de hombres” refuerzan límites invisibles. Reemplázalas por mensajes de igualdad y fortaleza.
En lugar de “No llores, pareces niña”, di: “Está bien sentir tristeza, puedes llorar si lo necesitas”.
Empoderar no es imponer, es guiar con respeto. Permitirles equivocarse, aprender y levantarse fortalece su carácter. Ser una presencia constante pero no invasiva es una de las claves de la crianza empática.
¿Y si pudieras empoderar a una más?
En World Vision México, trabajamos para que 1,000 niñas en contextos vulnerables tengan acceso a salud, educación, espacios seguros y oportunidades para liderar su comunidad.
Apadrina a una niña hoy y transforma su historia desde casa.