Desde que conoció a World Vision México, Ámbar soñaba con tener una madrina. Ese deseo se volvió realidad durante un evento en el que las niñas y niños tienen la oportunidad de elegir a la persona que los acompañará en su camino.
Entre muchas fotografías, hubo una que llamó su atención de inmediato: la de Eva, una mujer sonriente cuya imagen incluía una mariposa. Ámbar no lo dudó. Le encantan las mariposas, y esa coincidencia fue suficiente para hacer clic.
Desde ese momento, ambas comenzaron una relación muy especial. Eva le escribe en cada temporada, contándole sobre su vida, sus pasatiempos y sus amigos. A veces le envía pequeños regalos que llenan de alegría los días de Ámbar.
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Por su parte, la niña responde con cartas llenas de dibujos, historias sobre su escuela, sus sueños y todo lo que desea compartir con su madrina. Aunque no se conocen en persona, han construido un vínculo cercano, lleno de cariño y complicidad.
Ámbar le cuenta a su mamá lo mucho que quiere a Eva y lo feliz que se siente cada vez que llega una nueva carta. Sueña con conocerla algún día, pero mientras tanto, cada mensaje que recibe la hace sentir más acompañada, más querida.
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Historias como la de Ámbar y Eva muestran que el apadrinamiento no solo transforma vidas: también crea puentes de amor que cruzan cualquier distancia. Conoce más aquí