Emergencia en México por lluvias extremas: una señal clara del cambio climático
Las lluvias torrenciales que azotaron a Veracruz e Hidalgo en octubre de 2025 han dejado una profunda huella en miles de familias mexicanas. Comunidades enteras quedaron bajo el agua, ríos desbordados arrasaron con viviendas y caminos, y más de un centenar de personas fueron reportadas entre fallecidas y desaparecidas.
Estas imágenes, que han recorrido el país, no son hechos aislados: son una consecuencia directa del cambio climático y de la falta de preparación ante fenómenos cada vez más intensos y frecuentes.
El cambio climático está detrás de las lluvias más intensas
Los científicos lo advierten desde hace años: el cambio climático está intensificando el ciclo del agua.
El aumento de la temperatura global provoca que el aire retenga más humedad, generando lluvias más fuertes en menos tiempo. México, por su ubicación geográfica, se encuentra en una de las regiones más expuestas a estos eventos.
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Veracruz e Hidalgo son ejemplos claros de cómo el deterioro ambiental y la deforestación agravan el impacto de las lluvias. Las cuencas que antes absorbían el agua de manera natural hoy están sobreexplotadas o convertidas en zonas urbanas sin drenaje pluvial suficiente.
En palabras simples: la naturaleza ya no puede defenderse sola.
Cuando el cambio climático afecta a la niñez
Las emergencias climáticas no solo destruyen hogares; también interrumpen la vida y los sueños de las niñas y los niños.
Sin escuela, sin acceso a agua potable o alimentos, y con sus familias desplazadas, la infancia se convierte en una de las víctimas más silenciosas del cambio climático.
Organizaciones como World Vision México trabajan para que la respuesta humanitaria llegue a tiempo y que las comunidades puedan reconstruir no solo sus casas, sino también su esperanza.
Brindar acompañamiento psicosocial, entregar kits de emergencia y promover educación ambiental son pasos clave para fortalecer la resiliencia de las familias frente a futuros desastres.
Día contra el Cambio Climático: del desastre a la acción
Cada 24 de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, una fecha para reflexionar y, sobre todo, actuar.
Las lluvias en Veracruz e Hidalgo nos recuerdan que el cambio climático ya no es una amenaza futura, sino una realidad que exige respuestas inmediatas.
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Reducir nuestra huella ambiental, proteger los ecosistemas y apoyar proyectos de adaptación son acciones urgentes. Pero también lo es unirnos para proteger a quienes más sufren sus efectos: las comunidades más pobres y vulnerables.
La emergencia climática es también una oportunidad de cambio
Las lluvias extremas en México nos están dejando una lección clara: no podemos detener el cambio climático sin cambiar nosotros mismos.
La solidaridad, la prevención y la acción conjunta pueden marcar la diferencia entre una tragedia y una historia de resiliencia.
Hoy, más que nunca, México necesita manos que ayuden, voces que exijan justicia climática y corazones comprometidos con el futuro de la niñez.
Con tu apoyo, ayudamos a que más familias, niñas y niños se recuperen de los desastres y se preparen ante los nuevos retos del cambio climático.