Cuando la música cambia destinos: la historia de Uver y sus amigos
En una comunidad rural donde las oportunidades para los adolescentes son limitadas, la música se convirtió en un motor de cambio para Uver Daniel y sus tres amigos, Eusebio, Eleazar y Bladimir. A pesar de haber terminado la secundaria, las dificultades económicas les impidieron continuar sus estudios. Sin embargo, encontraron en la música una forma de transformar su realidad.
“Nos gustaba asistir a los eventos musicales en nuestra comunidad y empezamos a hablar con los músicos sobre cómo tocaban los instrumentos”, comenta Uver, de 16 años.
Aunque no contaban con instrumentos propios, la pasión y la curiosidad de estos adolescentes los llevó a aprender de los músicos locales, quienes compartieron su conocimiento.
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La música no solo les ofreció una vía de escape, sino también un propósito. Uver y sus amigos decidieron formar su propio grupo musical, pero para ello necesitaban instrumentos. Con el apoyo de sus familias, acudieron a World Vision México para solicitar apoyo.
“Hicimos un proyecto y lo presentamos, y poco después nos entregaron los instrumentos que necesitábamos”, recuerda Uver con emoción.
Este cambio fue crucial para ellos. La música se convirtió en mucho más que una afición: les brindó una estructura y un espacio donde podían expresarse y desarrollar sus habilidades.
“Nos dimos cuenta de que la música no solo nos une, sino que también nos mantiene alejados de problemas. Ahora aprovechamos nuestro tiempo libre en algo que nos hace crecer”, comenta Eusebio.
Los ensayos no solo los han ayudado a mejorar su talento, sino también a fortalecer sus lazos como amigos y con sus familias. “Nuestros padres están muy felices de vernos motivados, practicando y superándonos cada día”, agrega Uver.
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A pesar de que aún necesitan más instrumentos para seguir avanzando, estos adolescentes tienen claro que la música ha transformado sus vidas, y seguirán trabajando para cumplir sus sueños.
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